Arquitectos: C+arquitectos – Nerea Calvillo Ubicación: Nave 16, Matadero Madrid, España Colaboradores: Marina Fernández, Laura Migueláñez, Francisco Triviño Equipo El Ranchito: Pablo Berastegui, Gema Melgar, Manuela, Nerea Calvillo, Luisa Fuentes , Iván López Munuera, Catarina Saraiva Estructuras: BOMA Madrid Constructora: Arteria y Palets y Mas Superficie Construida: 3.400 m2 Fecha Construcción: 2011-2012 Fotografías: Miguel de Guzmán
La Presentación Pública de resultados de El Ranchito (Matadero-Madrid) bien podría haber sido una exposición de obras desarrolladas en él. Sin embargo si entendiéramos “resultado” en un sentido más amplio y evaluáramos el Ranchito como un proyecto de investigación nos daríamos cuenta de que en dicha presentación no estarían representados muchos creadores, herramientas, lugares, temporalidades, situaciones y otro sinfín de agentes que desde el grupo de trabajo se han considerado fundamentales para describir (y definir) el proyecto. Por lo tanto para dar visibilidad a dichos agentes e integrarlos en la presentación se ha optado por trasladar el énfasis de la exposición al archivo, y así mostrar simultáneamente en un espacio distintas fases, tiempos y formatos del proyecto.
Asimismo se han incluido herramientas que el grupo de trabajo ha ido desarrollando para construir el proyecto, como son los estudios de trabajo, las diversas definiciones de Ranchito, la zona de co-working o la zona de esparcimiento, que no quedan solamente como representación de lo que ha sido sino para seguir operando en los próximos meses.
Dado que no existe una única narrativa previa que articule el Ranchito, sino que cada proyecto ha ido emergiendo alineado a unas líneas de trabajo compartidas, se ha optado por construir varias lecturas de los resultados a posteriori con cintas en el suelo que, igual que en reconstrucciones arqueológicas, funcionan como estructuras organizadoras, distribuidoras, orientadoras y constructoras de historias conjuntas. Ante esta amalgama de situaciones se ha propuesto una pasarela-mirador que permite observar el espacio en su conjunto y a la vez observar las piezas desde distintos puntos de vista proponiendo otras formas de mirar. Esta pasarela –mirador, construida por apilamiento de pallets, alberga también el archivo, la biblioteca y la documentación del proceso, y propone distintas formas de socialización como son unas gradas o un bar, a la vez que se adapta a la estructura de la nave.
Todas estas estrategias se han materializado mediante elementos prefabricados flexibles y reutilizables: palets de madera reciclados, cortinas de plástico para delimitar áreas de trabajo y proyectos, y cinta adhesiva, fomentando una economía de recursos.
De esta forma el espacio de la nave 16 de Matadero se constituye con una complejidad en la que la ausencia de jerarquías genera solape, fricción, acoplamiento, compenetración y colaboración. Por su escala intermedia recuerda un pequeño reducto urbano o un amplificado entorno doméstico, que funciona como archivo expandido.